Cuando y por qué deberías renovar tus ventanas

Las reformas del hogar despiertan pasiones y quebraderos de cabeza a partes iguales. Muchos las aman y otros muchos las odian, pero lo que está claro es que cuando nos lanzamos a renovar uno o varios espacios de nuestra casa es con un objetivo en concreto: mejorar la estancia.
Entre las reformas más habituales y recurrentes encontramos el baño o la cocina, aunque también destacan la renovación del suelo, puertas y ventanas. Hoy vamos a prestarle especial atención a la renovación de las ventanas, ya que es un aspecto que puede mejorar considerablemente el confort en nuestro hogar y a menudo no nos percatamos de la importancia de contar con unas buenas ventanas y de calidad.

5 razones para cambiar tus ventanas

Las razones que motivan el cambio y/o renovación de ventanas en una vivienda pueden ser muchas, pero normalmente van asociadas con el confort que prestan. Entre los motivos más frecuentes y usuales encontramos los siguientes:

Aislamiento térmico. Un hogar tiene que ser sinónimo de confort. Si tu hogar es frío en invierno y muy caluroso en verano a causa de un mal aislamiento, quizá ya sea hora de cambiar tus ventanas pensando en mejorar la comodidad.

Aislamiento acústico. Vivir en el centro de la ciudad tiene sus ventajas, pero si no cuentas con el sistema de acristalamiento adecuado puede ser una auténtica pesadilla. Ruidos a medianoche, bullicio en las horas de más tráfico, etc.

Falta de luz natural. La luz del sol es necesaria para nuestro día a día. Habilitar ventanas en los sitios de más luz de la casa y hacerlo con cristales específicos de control solar te ayudará a sentirte más a gusto y a disfrutar mucho más de la luz natural.

Falta de seguridad. Sabemos que las ventanas son muy llamativas para los ladrones, por eso tu casa debe contar con las más seguras del mercado, específicamente fabricadas para evitar los robos y garantizar la seguridad a todas horas.

Eficiencia energética. Muy relacionado con el aislamiento térmico, los cerramientos que no aíslan correctamente y provocan inestabilidad en la temperatura interior de la vivienda, ocasionan un gran gasto económico y energético para los propietarios.